martes, 9 de marzo de 2010

PORQUE SE ME CAE TANTO EL PELO


Desde hace un tiempo, cada mañana, al despertarte, encontrás unos cuantos pelos en la almohada. Y ni hablar de los que se van por la rejilla de la bañadera cada vez que te duchás... No podés evitar el temor al pensar “¿Me estaré quedando pelada?”. En realidad, hay que tener en cuenta que existe una pérdida normal de 50 a 70 cabellos por día, producto de un recambio natural. Pero si la cantidad que vos detectás supera ese número, a lo mejor es momento de consultar con un especialista. Lo primero que hará el dermatólogo será determinar cuáles son las causas de la caída: esto se realiza a través de un cuestionario médico clínico básico y un perfil hormonal. Del 95 al 99% de los casos se trata de causas hereditarias: la tendencia a la caída del pelo pasa de abuelos a padres, y de ellos a sus hijos. Y esto sucede tanto en hombres como en mujeres.

Otras causas
Es importante darse cuenta de que el pelo sufre un maltrato diario por el uso de secadores, planchitas, geles, modeladores... Como también, por parte del medio ambiente. En cuanto empieces a notar alguna dificultad para el peinado o veas que la luz llega a filtrarse hasta el cuero cabelludo, es momento de tomar el problema de raíz y revisar el estadio de la caída, para recurrir al tratamiento indicado.

Con respecto al mito de que en otoño el pelo sigue el mismo recorrido que las hojas de los árboles: “No existe una temporada definida, aunque sí podemos señalar distintas instancias que pueden hacer que la caída sea más pronunciada: un grado notable de estrés −como el que se vive después de una cirugía− las dietas drásticas y prolongadas, los tres meses posteriores al parto y los momentos de alta exposición nerviosa”.

Qué hacer
Frente a este problema, de acuerdo al momento en que se encuentre la caída del cabello, se pueden tomar dos caminos. El primero es un tratamiento preventivo, a través de una nutrición intrafolicular: se aplica directo a las raíces del pelo un cóctel de vitaminas, aminoácidos, oligoelementos, sustancias estimulantes del crecimiento y drogas para detener la caída. Esto, además, mejora el volumen, el brillo y el vigor del cabello. Se realizan sesiones una vez por semana, que duran entre 10 y 15 minutos. El segundo camino es el de la restauración: en algunos casos muy severos, la opción más recomendable es el microtransplante capilar.

Seguramente, escuchaste hablar de ciertos productos anticaída y, a lo mejor, hasta estás pensando en probar alguno. El punto es: ¿son efectivos? “La mayoría actúa desde el cuero cabelludo hacia fuera, pero no pueden hacerlo sobre las raíces o sobre esos bulbos capilares que están situados a tres milímetros de profundidad, debajo del cuero cabelludo”. El efecto, entonces, sería más bien superficial.

Pero existen simples tips que pueden evitar que el problema se agrave. Lo primero que tenés que hacer es conocer qué tipo de cabello tenés. En función de eso, podés elegir el champú que mejor vaya con tus necesidades. Lo segundo que hay que tener en cuenta es la temperatura del agua en el lavado: lo ideal es que sea tibia. Otro dato clave es que no es conveniente utilizar siempre el mismo champú. “En medicina se denomina taquifilaxia a lo que vulgarmente llamamos ‘acostumbramiento del cuero cabelludo’. Para evitarlo, es recomendable alternar el uso de dos productos, con diferentes principios activos”.

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