El símil anterior resume bien que es el cuero cabelludo. La base sobre la que se asienta nuestro cabello y la que le proporciona el alimento necesario para que este crezca sano y fuerte.
El cuero cabelludo forma parte de nuestra piel y por tanto tiene las mismas divisiones internas. La dermis y la epidermis
La dermis es la parte más interna de la piel y es el lugar donde nacen las raíces de nuestro cabello. Allí se forma el foliculo piloso junto a la glándulas sebácea que tiene cada cabello y que es la que se encarga de generar la cantidad de grasa necesaria para proteger el equilibrio natural del cabello. Cuando esta glándula no funciona correctamente tenemos que:
- - Produce demasiado sebo: Tenemos un cabello graso.
- - Produce poco sebo: Tenemos un cabello seco
¿Qué cuidados debemos proporcionar al cuero cabelludo?
Lo principal es mantenerlo sano y evitarle agresiones exteriores. ¿Qué tipo de agresiones debemos evitar?
- No uses champús baratos o de mala calidad. No es nuestra intención que te gastes más dinero, solo que elijas aquellos de calidad. Los champús baratos basan su poder limpiador en agentes espumantes de mala calidad, que no respetan el equilibrio de la piel. El famoso ph 5.5. Nuestra piel es ligeramente ácida (el 7 es el neutro en la escala de ph) y necesita ser tratado con champús lo más neutros posibles (neutros con nuestra piel, esto es, 5.5 no neutros de la escala, o sea 7.0).
- Cuidado al lavarte la cabeza con agua caliente. Comprueba que el agua esta templada antes de mojarte el cabello. Como cualquier otra zona de la piel el cuero cabelludo también se puede quemar o escaldar con el agua caliente. El cuero cabelludo abrasado o escaldado se vuelve más débil y es fácilmente atacado por bacterias de todo tipo.
- Mantén un ritmo de lavados adecuado. Lavarte demasiado la cabeza es un error. El cuero cabelludo debe mantener un equilibrio graso que los lavados frecuentes van quitando de modo que este, por medio de las glándulas sebáceas, se ve obligado a corregir. De esta forma podemos conseguir el efecto contrario. Conseguir que el pelo se mantenga graso al tener permanentemente activadas las glándulas sebáceas.Por el contrario, el lavarse la cabeza de forma muy escasa tampoco favorece la salud del cuero cabelludo y por extensión del cabello. El cuero cabelludo se convierte en un magnifico caldo de cultivo para bacterias que acabaran debilitando y enfermándolo.Lo dicho. El equilibrio. Una persona normal con una actividad normal debería lavarse la cabeza dos/tres veces a la semana. Si practica deportes debería hacerlo después de practicarlos, y si por obligación debe lavarse la cabeza más a menudo deberá usar champús suaves y no repetir el lavado, con un enguaje servirá.
- El masaje. Como a cualquier otra parte de nuestra piel el masaje le viene bien a nuestro cuero cabelludo. Dar un suave masaje desde la nuca hasta la frente y después desde la frente hacia la nuca favorecerá el flujo sanguíneo y por tanto el transporte de alimento a los folículos pilosos por parte de la sangre. Este riego será más intenso a través de los capilares y le dará mucha vida a tu cabello.En Studio Color siempre damos un masaje a nuestros clientes cuando les lavamos la cabeza. Es bueno para ti, es bueno para tu cabello.
- El peinado. Evita cepillarte el pelo cuando el cabello esté húmedo. Usa un peine grande para desenredar y espera a que se seque para cepillarlo. No uses cepillos de cerdas sintéticas que pueden cargar eléctricamente tu cabello y dañar el cuero cabelludo. Los cepillos deberán ser romos en sus puntas para evitar pequeños rasponazos. Recuerda, debajo del pelo esta el cuero cabelludo y esta no es precisamente la piel más resistente del cuerpo.
- Mascarillas y champús. Existen en el mercado diferentes tipos de mascarillas y champús que favorecen la circulación sanguínea por el cuero cabelludo. Suelen tener un efecto frío/calor muy agradable.
- Enjuagate el pelo cuando salgas de la piscina o del mar. El cloro de la piscina o el salitre del mar unido a otras partículas diluidas en el agua atacan la salud de tu cabello. Un enjuage en la ducha según salgas del agua dejara tu piel perfecta y libre de peligro.
- Alimentación sana. El cuero cabelludo forma parte de tu cuerpo y como tal se beneficia de las cosas buenas que le das a este y resulta perjudicado cuando no te cuidas. Una alimentación sana, baja en grasas y azucares, equilibrada en vitaminas y minerales favorecerá que tengas unas venas y arterias sanas y por tanto la sangre fluirá por tu cuerpo fácilmente portando los nutrientes que las células necesitan, entre ellas las que forman la epidermis y tu cabello.
- Cuidado con lacas, gominas y geles. Estos productos están para lo que están, no los dejes en tu cabello de forma indefinida. Cuando termine el acto o la necesidad de su uso es conveniente retirarlos del cabello para dejar que el cuero cabelludo pueda respirar libremente.
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