Con raya a un lado o hacia atrás, altos o bajos, con adornos o sin ellos, sencillos o de formas complicadas… el moño se impone de nuevo en el altar desbancando a los volúmenes y tupés que tanto se vieron la temporada pasada. El tradicional moño es el recogido que mejor sienta, sujeta el velo y además despeja la cara de la novia. Atrévete con las peinetas, las horquillas, los lazos e incluso las cintas y dale un aspecto más glamouroso, o prueba a adornar el recogido con tu propio pelo, por ejemplo con trenzas en forma de diadema.
Elige el moño italiano en una de sus dos versiones: con el cabello hacia atrás, para ensalzar las facciones más perfectas, y ahuecados y con flequillo a un lado para las novias más sofisticadas. A las más románticas les aconsejamos los recogidos trenzados o en forma de lazo; a las más atrevidas, cualquier combinación con adornos llamativos como las cintas y otros accesorios para el peinado será un acierto; y a las más juveniles les favorecerán los moños despeinados, más desenfadados, según el modelo del vestido.
Te mostramos algunos ejemplos de las pasarelas del mundo
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